Una experiencia de los Artistas Salchichas en una escuela secundaria en Barcelona.
El tema era la deseducación. Le dimos varias vueltas y llegamos a la idea de trabajar el fanzine como mejor forma de aproximarnos al tema con los alumnos. Creíamos que era una herramienta que les resultaría familiar, o por lo menos eso pensamos.
Planeamos empezar por una série de sesiones de trabajo de desaprender cosas y una vez nos encontraramos frente al grupo desarrollar la idea del fanzine.
Las sesiones iniciales las desglosamos en diferentes partes:
Deseducando las palabras,
Deseducando los objetos
Etc...
La primera sesión nos encontramos con un grupo mucho más grande. Esperábamos 12 y eran casi 20. El grupo que era en su 99% inmigración: Rusia, Colombia, China, Perú, Brasil, Honduras, Republica Dominicana, convivían en un aula de clase.
La segunda sesión planteamos una actividad con fotografía, los chicos estaban contentos, hicimos una serie de retratos para intervenirlos con calcas y al imprimirlos la impresora colapso. Los chicos estaban ansiosos por trabajar y la sesión se perdió por completo. El tiempo se fué volando. Estabamos todos frustrados, este fué el primer dia que realmente hablamos con los chavales y nos permitió conocerlos un poco mejor.
La tercera sesión llevamos todos los retratos impresos, finalmente podrían trabajar en ellos. El grupo se sumergió en el trabajo y al sonar el timbre la mayoría de estudiantes siguieron trabajando un rato más. Al salir de esta sesión fuimos a visitar un par de librerías para encontrar inspiración, nos encontramos con un libro de Pipilotti Rist. Así surgió la idea de la caja.
La cuarta sesión terminaríamos los retratos mientras el otro artista salchicha hacia videos. Al llegar a la sesión nos dimos cuenta que los dibujos se habían quedado en el taller, inventamos rápidamente una actividad en la cual se utilizarían recortes para realizar un microfanzine. La cámara de video se estropeo, la cámara que llevábamos de refuerzo se le acabo la batería. Los microfanzines fueron un éxito y decidimos meterlos dentro de la caja.
A la sesión siguiente los estudiantes siguieron trabajando en sus microfanzines y en sus cajas, la idea de los videos no funcionaba, esperábamos que los chicos se soltaran enfrente a la cámara y aprovecharan el espacio de exponer sus ideas sobre la escuela, el barrio y sus vidas familiares, pero no encontraban nada que decir. Estaban tímidos, la rebelión adolescente no la compartirían con nosotros así de fácilmente.
Al final buscamos en ellos una rebelión equivocada, muchos de estos chicos les cuesta cuestionar la educación en la escuela.
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Muchos de estos chicos viven una realidad distinta a la que vivieron en sus países de origen, para algunos poder ir a la escuela ya es una gran ventaja. Surgen muchas preguntas después de realizar este proyecto, ¿Que es la institución educativa, quienes están detrás, siguen suiendo los mismos?, ¿porque ha sido tan difícil encontrar una rebelión en este grupo de adolescentes? ¿será que la rebelión se da en otros espacios y hacia otras cosas ? ¿es posible que queramos cuestionar la educación porque de entrada la tenemos? ¿que pasa cuando las personas no tienen el derecho a la educación? ¿Será que algunos de estos planteamientos solo surgen cuando estamos en un estado de confort como el que se vive en este "primer mundo"? ¿Porque no le peleamos a la televisión y a los canales de internet? ya que estos son los verdaderos maestros contemporáneos... o mejor dejémoslo así, SIN PENSAR.
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